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mayo 12, 2021

El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger

 


El guardián entre el centeno 
Por Belén Luraschi (Taller del Mate)

“Anyway, I keep picturing all these little kids playing some game in this big field of rye and all. Thousands of little kids, and nobody's around - nobody big, I mean - except me. And I'm standing on the edge of some crazy cliff. What I have to do, I have to catch everybody if they start to go over the cliff - I mean if they're running and they don't look where they're going I have to come out from somewhere and catch them. That's all I do all day. I'd just be the catcher in the rye and all. I know it's crazy, but that's the only thing I'd really like to be.”

J.D. Salinger, “The catcher in the rye”(1)


The catcher in the Rye es una novela del autor estadounidense J.D. Salinger, de 1951. La novela cuenta en detalle dos días en la vida de un chico de 16 años (aunque a mí me llegó bastante más temprano), que es expulsado del colegio. Holden, confundido y desilusionado busca entender un poco la vida, la adultez, el mundo. Termina agotado y se vuelve cada vez más inestable emocionalmente. Los hechos se cuentan a partir de este punto.

The catcher in the rye (El guardián entre el centeno en castellano, traducción que aborrezco particularmente) fue un libro que me marcó muchísimo, marcó mi adolescencia, todos los que tuvimos dificultades de chicos, que éramos diferentes, que veíamos el mundo un poco enojados, más allá del típico adolescente promedio, más allá de la época. El título, que en mi opinión no debería traducirse (y elegí leerlo en idioma original primero) refiere al Catcher, el jugador que en el béisbol corre para atrapar la pelota; ese jugador que está en un campo que bien podría parecer un trigal, o campo de centeno, está oculto y fuera del alcance del bateador. Cazaría la pelota desde una guarida, una especie de héroe casi invisible, que, en este caso, a los niños perdidos, a los que van hacia el precipicio, hacia la nada. Ésa es la idea que inspiró el título de Salinger, en Estados Unidos, tierra del autor, bastaba con la literalidad para establecer la metáfora. Así como también el nombre del protagonista, que es un poco un juego de palabras con Hold on, resistir aguantar, Caul, algo así como proteger y field, campo. Todas estas metáforas haciendo alusión al tema central de la novela: la pérdida de la inocencia, el crecimiento, el abandono de la niñez, lo cual es precisamente aquello que Holden intenta proteger.  En español, no suena mucho a nada, por eso algunos tradujeron el título como el cazador oculto, a modo de explicación, pero se pierde la idea original. Lo que me pasaba y ahora a la distancia puedo ver, es que todos somos un poquito Holden, nuestro protagonista. Este chico que putea bastante, no se adapta, escapa de todo queriendo escapar de sí mismo, es en realidad lo que se dice, un buen pibe, con algunos problemas y eso podemos verlo en la frase del epígrafe que lo pinta de cuerpo entero. Un libro lleno de monólogos internos, reflexivo, casi como si pudieses escuchar lo que piensa un amigo. Era un libro que me atraía muchísimo además por la forma en que estaba escrito, porque rompía normas, porque tenía esa alma “punk” que sentía me representaba. No es casualidad que lo haya conocido allá por mis doce/trece años por una canción de una de mis bandas favoritas del género, Green Day. Ellos tienen un tema, ya en su primer disco, que se llama “Who wrote Holden Caufield?”(2) Y habla precisamente de lo que le debe pasar por la cabeza al protagonista, de sus sensaciones, sus locuras, y a la vez habla del mismísimo Billie Joe Armstrong, cantante, guitarrista y compositor de la banda. Es un tema que me llegaba porque le hablaba al distinto, al ansioso (el verdadero ansioso, no el que está apurado), alguien que tiene TAG *(3) más allá de no ser tan extrovertido, tan loco, tan extremo podía sentirse comprendido, transformar esas burlas de compañeros, esos “sos raro”, en okay, tal vez no soy como ustedes, pero quizás eso está bien.

1- “Me imagino a muchos niños pequeños jugando en un gran campo de centeno y todo. Miles de niños y nadie allí para cuidarlos, nadie grande, eso es, excepto yo. Y yo estoy al borde de un profundo precipicio. Mi misión es agarrar a todo niño que vaya a caer en el precipicio. Quiero decir, si algún niño echa a correr y no mira por dónde va, tengo que hacerme presente y agarrarlo. Eso es lo que haría todo el día. Sería el encargado de agarrar a los niños en el centeno. Sé que es una locura; pero es lo único que verdaderamente me gustaría ser. Reconozco que es una locura…”


2- ¿Quién escribió Holden Caulfield? (refieriendose a quién escribió el libro The cátcher in the  Rye)


3- Trastorno de ansiedad generalizada




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