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marzo 30, 2022

La maestra de la laguna, de Gloria Casañas

 por Gladys Di Salvo (Taller del Mate)


    
Elizabeth O'Connor es una de las maestras norteamericanas que Sarmiento trae a la Argentina. De sangre irlandesa, es valiente, culta y decidida, pero no imagina lo que le depara llegar a la Gran Aldea, todo muy distinto de su Massachusetts natal.
    Al mismo tiempo, Francisco Balcarce, un hombre de alcurnia, descubre algo de su pasado que lo atormenta y quiere apartarse de la sociedad.
    Mezcla de la historia argentina y romance esta novela es la primera de una saga maravillosa, que cuando empiezas a leer no podés abandonar, porque la pluma de Gloria es mágica y precisa, nos introduce a una historia de amor apasionado a finales del siglo XIX.
    Elizabeth tendrá que enfrentarse, a los malones, a las epidemias y a las diferencias sociales sin renunciar a sus ideales ni a un amor que inesperadamente aparece en su vida.

marzo 28, 2022

Mini columna de opinión: Cómo resurgir en la vida / Autor: El Ave Fénix.

 

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Mucho gusto. Soy el Ave Fénix, un ser que puede resurgir de sus propias cenizas. Hoy estoy aquí para comentarles como resurgir en la vida, la cual está llena de obstáculos buenos y malos. A veces nos puede ir bien y tener mucho éxito y otras mal y estar lleno de fracasos. Esos días, pensamos ¿PARA QUÉ NACIMOS SI VIVIMOS SUFRIENDO? Pero yo, que soy alguien que vive levantándose de los fracasos que me puedan surgir en la vida y resurjo de mis cenizas, si yo puedo hacerlo, usted también puede. ¿Cómo? Se preguntará. Póngale buena actitud y energía a las vicisitudes de la vida que puedan surgirle. Va a ver qué siguiendo mi consejo, SU VIDA VA A CAMBIAR PARA BIEN.


VIVA, RÍA, SEA FELIZ!!!

VALE LA PENA!!!

AVE FÉNIX



Mariana Gatica - Taller El megáfono al sol


marzo 23, 2022

Rituales de escritura: Romina Gil

 Tengo cuadernos y libretas donde tomo notas de ideas sueltas que se me ocurren y que pueden servirme para futuros textos. 
Cuando tengo la idea, cuando sé sobre qué voy a escribir, voy anotando palabras, frases, características de los personajes, situaciones, todo lo que pueda guiarme hacia el texto final. Todo eso lo escribo a mano, aprovecho a usar biromes de colores y resaltadores para ordenar las ideas.
El tiempo que le dedico a la escritura es un tiempo que me dedico a mí. Elijo las horas nocturnas, cuando la casa está en silencio y ya nadie me necesita. Me preparo alguna infusión, pongo música suave, preferentemente instrumental para no distraerme y me siento a escribir. Es mi momento para crear. Escribo y hago una primera corrección en simultáneo y luego, cuando está terminado, le hago la corrección final. Los cuentos y todo lo que sea ficción lo escribo en mi computadora.
Me encantaría tener, como dice Virginia Woolf, un cuarto propio, o al menos un rincón con una biblioteca y un escritorio sólo para mí. Pero, por ahora y hasta que llegue ese momento, me acomodo en la mesa del comedor. Cualquier lugar es válido si tenemos ganas de escribir.

marzo 21, 2022

Lo heredado

 

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Voy y vuelvo.

En un niño cabe todo el mundo.

Ese que vemos, desfigurado por los estruendos.

El que pega fuerte, si no despertás.

Voy y vuelvo.


Giro mi cabeza y subo por el mismo lugar,

el que va a la terraza, donde doy enormes volteretas.

Danzo sin música con el delantal beige

que abuelita me bordó.

Se cae un pedazo de cielo.


Voy y vuelvo.

Mi cabello con los rulos que se enroscan en mi cuello.

Y la medallita de la virgen,

brilla cuando el sol le apunta.

Son mis luces.


Acompañada en ese diáfano espacio.

Allí conmigo, mi muñeca negra

la que me mostró que hay diferencia de colores.

También baila. Tomadas de la mano damos vueltas sin parar.

Voy y vuelvo.


Ahora esa, mi casa de origen, la que me crió

con zaguán y mosaicos venecianos.

Es mía, con su azotea y su patio

y malvones, santa rita, nomeolvides,

bordeando el lugar de los juegos.


Voy y vuelvo 

entre varillas que sostienen mi niñez

que viene a buscarme tantas veces como quiera.

Le doy permiso para curiosear,

pasar, doblarme, cuchichear en la oreja.

Vuelvo, vuelvo, siempre vuelvo 

a esa morada con su puerta abierta de noble madera

marcando mi destino.

Los listones labrados y el mármol armonizan su forma.

La parra y sus uvas de veranos tórridos.

Reposera quieta, siesta del abuelo… y yo…

Vuelvo cuando el tiempo me asegura que ha pasado

y que el regreso rodea mi historia


Allí estoy…allí están, en mis sueños y no las suelto

porque nunca habrá un adiós entre nosotras.


Stella Maris Mennucci - Taller del Mate



marzo 16, 2022

Zodíaco, de Romina Rusell

por Karina Zangaro (Taller del Mate)



Título: Zodíaco
Autora: Romina Russell
Editorial: Del Nuevo Extremo
N° de páginas: 416

Zodíaco nos cuenta la historia de Rhoma Grace, una joven de 16 años que vive dentro de un universo cuyos planetas pertenecen a las doce casas del zodíaco. Es decir, cada signo tiene un planeta en el que los habitantes se corresponden con las características de cada signo en particular. Rhoma nació en Cáncer, por lo tanto comparte su apego por sus seres queridos y su instinto de protección con el resto de los habitantes de ese planeta.
En la academia a la que asiste nuestra protagonista, les enseñan a leer las estrellas para predecir el futuro y anticiparse a los sucesos. El problema de Rhoma es que no lo hace de la forma habitual, lo que le resta credibilidad ante sus maestros y superiores.
Pienso que esta es básicamente la cuestión central del libro escrito por Romina Russell: la confianza. Tanto los cancerianos de Zodíaco como nosotros, en el mundo real, estamos acostumbrados a creer en lo que vemos. Sin embargo, hay mucho más para conocer en lo que no se ve a simple vista, y los diferentes caminos que otros toman nos pueden enseñar cosas nuevas y distintos puntos de vista.
Juzgar a Rhoma les salió caro a varias casas del zodíaco. A pesar de tener casi todo en contra, la joven se hizo cargo de sus responsabilidades y siguió su intuición, se dejó guiar por su certeza. Ya sea que cometiera errores o no, la seguridad y confianza en sí misma con la que se manejó la protagonista en sus acciones más importantes fue lo que más me gustó de su personaje.
El Zodíaco está dividido, cada casa se preocupa por sí misma y apenas se relacionan entre ellas. Confiar en que se unan y combatan al enemigo que tienen en común es la tarea más difícil que asume Rho y la que la mantiene en movimiento durante toda la obra.
Respecto al villano, Romina nos deja con ganas de saber más acerca de sus motivaciones. Me gustó cómo funcionaron los datos dentro de la historia en torno a este peligro que acecha a todos los signos y que algunos no quieren ver.
Por supuesto, no faltó el amor en esta historia. Russell nos presenta a dos personajes masculinos bien distintos que, a su manera, pelearán por el corazón de Rho a lo largo de esta aventura en la que conoceremos más en detalle a algunas de las casas del zodíaco y a sus pueblos. Mathias y Hysan tienen formas diferentes de expresarse y, también, de pensar. Eso es, quizás, lo que más hace dudar a Rho. Team Mathias, por si lo preguntan.
¿Qué les puedo decir? Zodíaco me encantó, tiene de todo. Me entretuvo de principio a fin y no me decepcionó. El final me dejó con ganas de tener a Estrella Errante en la mano, la continuación. Me resultó muy interesante conocer cómo funciona todo en el universo de Zodíaco, sus leyes, sus costumbres. Súper recomendado, y más si son fans de la astrología como yo.


marzo 14, 2022

La sed en la sangre

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     Mi padre bebía siempre, desde las doce del mediodía hasta las diez de la noche. Se acostaba temprano. Y al día siguiente la adicción que tenía por el alcohol lo volvía a tentar. 
    Varios días volvía a cualquier hora y le gritaba barbaridades a mi madre hasta rompía vasos y platos, parecía otra persona. Nunca supe cuándo comenzó su problema de sed por el alcohol, desde que tengo recuerdos tuvo este tipo de episodios. 
    Una vez desapareció por tres días, llamamos a su trabajo, pero sus compañeros no lo habían visto. Mi mamá fue a hacer la denuncia a la policía, pero no se la quisieron tomar. Apareció con la ropa rota, el ojo morado y un zapato menos. No se acordaba donde había estado. Mi madre no le habló por un mes. 
    Según mi mamá era hereditario, su abuelo también era borracho, su padre también y él fue criado por ellos. Tenía la sed en las venas y esa sed lo llevaría hasta la muerte. 

Ariadna Boza - Taller de la Luna

marzo 08, 2022

Rituales de escritura: Gladys Di Salvo

el escritorio de Gladys

Escribo en mis cuadernos cualquier idea que me gusta, una palabra, una frase; después, cuando me siento a escribir una historia, un cuento o un poema, recurro a esos cuadernos y busco algo que pueda servirme.
Trabajo con la compu en mi escritorio o en mi mesa del comedor. A veces a mi alrededor está el termo, el mate, una taza de café y yo escribo como si fuera una escritora famosa.
Otras veces escribo en mis cuadernos de escritura, me gusta escribir a mano, subrayar frases, o escribir con lapiceras de colores.
Tengo un grupo de whatsapp conmigo misma, o sea, soy la única integrante y cuando se me ocurre algo y estoy con el celu, lo escribo en el whatsapp y me lo mandó a mi grupo donde existo yo sola. Se llama Escrituras intermedias. Sea la hora que sea puedo mandarme un mensaje cuando se me ocurre algo para mis cuentos.
Cuando no se me ocurre nada no me obligo a escribir, o dejo que el momento pase, o me siento a leer un libro, y en algunas ocasiones después de leer llega una idea.
Tengo unos cuadernos de escritura con consignas que me parecen interesantes para practicar y escribir.
Hay días en que se me ocurren muchas historias, mientras cocino, mientras paseo, pero nunca llegan al papel, sólo quedan en mi mente.
Después de escribir un texto, lo dejo y al otro día o varios días después, lo vuelvo a leer para corregir. También lo leo en voz alta para escuchar como quedó. Me cuesta hacer eso, porque quiero escribirlo y que de una vez quede bien.
Tengo que practicar la paciencia y bajar la ansiedad, para lograr escribir cada vez mejor.



marzo 07, 2022

Mi reflejo

 

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    Estaba perdida en la ciudad Blanca, la llamé así porque ahí todo era blanco y reluciente, brillaba como reflejo del sol en un espejo. Solo había castillos con escaleras de mármol y detalles en dorado. Entré a uno de los castillos, en su interior había esculturas de yeso, perfectamente construidas. Algunas eran de reconocidos escultores, otras escenas mitológicas de dioses. 
    Transitaba sobre el piso de tablero de ajedrez, solo había esculturas y miraba una por una. Hasta que en el fondo del castillo encontré un espejo, esos típicos de épocas victorianas, enorme con detalles dorados de flores de primavera. Toqué suavemente esos ornamentos, y luego me deslicé al cristal donde veía mi reflejo, con mi cabello suelto y un vestido en forma de corsé blanco. En el fondo veía todas las esculturas y las paredes blancas relucientes, hasta que apoyé mi mano sobre el cristal. 
En un abrir y cerrar de ojos, me encontraba del otro lado del espejo, solo se reflejaba el interior del castillo. Me di vuelta y vi varios espejos a mi alrededor. De repente una voz desconocida que salía de mi interior, me dijo: “solo tienes una salida”. 
    Me desesperé en la claustrofobia del lugar cerrado donde estaba mi reflejo multiplicado en infinitos espejos. Fui al primer espejo, desesperada por encontrar la salida, y apenas lo toqué se rompió en varias piezas.
    Fui directo a otro extremo, lo volví a tocar y mi reflejo se empezó a reír a carcajadas, cobró vida de otra forma que no era lo que sentía en ese momento. Busqué otro espejo, en medio de la desesperación por querer escapar y apenas me apoyé se volvió como una televisión sin señal: era una pantalla. 
    Solo quedaban dos espejos, ubicados en el medio se veía mi reflejo partido, lado izquierdo y lado derecho. Volvió a aparecer la voz y me dijo: “solo tienes una oportunidad y uno es la salida, si te equivocás quedas atrapada en esta habitación”. Empecé a transpirar y fui engañada por esa voz, se sabía que iba a terminar con solo dos espejos. Fui parte de su juego y recién en ese momento entré en razón. Traté de tranquilizarme y usar mi intuición para ver cuál era la salida. Miré en detalle cada espejo: lucían exactamente iguales, hasta que, al bajar la mirada, noté que el espejo izquierdo estaba rajado en la punta. Me di cuenta que era un espejo real y no era la salida. Apunté al derecho y traspasé a un bosque encantado.
    El bosque lleno de flores rosas, árboles de altura infinita, me rodeaba y con una suave brisa que volaba mi cabello y mi vestido. Hasta que una figura invisible, exactamente con mi silueta se ubicó frente a mí, solo que levitaba sobre el pasto. Levanté la mano, y la figura recreaba todo movimiento que hacía, no entendí cuál era el mensaje que me quería transmitir y decidí correr hacia ella. De repente me empecé a desplazar por el bosque con un aura llena de luz y caímos sobre un precipicio. A medida que me acercaba a la laguna con el agua cristalina, proyectaba mi reflejo. Casi en sus profundidades, el agua estaba muy fría, y nadé. Podía respirar normal, no como cuando estás en el agua. Peces de colores me rodeaban y pensé que cada lugar tenía una salida, y nadé para buscarla. 
    En sus profundidades, encontré un barco abandonado, lleno de algas marinas abrazándolo, pero dentro del barco había una luz que brillaba. Decidí buscar esa luz, y venía de un espejo, enseguida me dediqué a apoyarme en él. 
    Me desperté en mi cama, envuelta en sábanas blancas y perfumadas. En mi mano derecha tenía un pedazo de espejo. Lo coloqué frente a mí y solo llegaba a ver la mitad de mi rostro hasta el ojo derecho de mi reflejo. Entonces, me guiñó…

Belén Eransus - Taller El megáfono al sol


marzo 02, 2022

Violeta, de Isabel Allende

por Romina Gil (Taller de la Luna)




"El viaje de la vida se hace de largos trechos tediosos, paso a paso, día a día, sin que suceda nada impactante, pero la memoria se hace con los acontecimientos inesperados que marcan el trayecto".

Violeta llegó a este mundo con la pandemia de la fiebre española en 1920 y se fue con la pandemia de coronavirus en 2020. En el medio, cien años de vida.
La protagonista va contando su propia historia en una extensa carta que le escribe a Camilo (de a poco iremos descubriendo el vínculo que los une), donde no se guarda nada: le habla sobre la familia, el amor y la pasión, las clases sociales, la amistad, la vida en el campo y en la ciudad, el rol de la mujer y el feminismo a lo largo de los años, los negocios y el dinero, las guerras, la dictadura militar y la democracia, el sexo y las adicciones. 
Isabel Allende tiene una manera de narrar que lleva al lector por una montaña rusa de emociones; cuesta soltar el libro, siempre se quiere leer un capítulo más para ver qué pasa, cómo sigue la historia. Imposible no empatizar con los personajes, muy queribles y entrañables todos, desde el más inocente y tierno hasta el que más hace sufrir a Violeta.
Un libro recomendable, que se lee de un tirón (o dos) y que muy difícilmente se pueda olvidar.

 

marzo 01, 2022

Sugerencias de escritura: Abelardo Castillo (I)

 ¡Inauguramos sección!

Nos encanta aprender de los grandes escritores, por eso investigamos y encontramos que muchos de ellos escribieron sobre el arte de escribir. Nos parecen tan interesantes que queremos compartir con ustedes estas sugerencias de escritura. ¡A ponerlas en práctica!