Páginas

octubre 18, 2021

Tu tatuaje me mira

 

Imagen

La primera ilustración tembló y se animó. Los hombrecitos y mujercitas que habitaban su antebrazo se desperezaron tímidamente y comenzaron a pestañear, enviando brillitos plateados y dorados por fuera del cuerpo del sujeto, por lo que pude jugar unos segundos con mis dedos a intentar atraparlos hasta que desaparecieron. Se escapaban como las burbujas que también intentan evitar ser cazadas. Y eso fue lo que vi en sus pequeñas miradas. Tan pequeñas como un par de mostacillas diminutas, o incluso más, también doradas, también plateadas. Vi ese mar revuelto que desprenden las miradas que piden ayuda para escapar, para salir del pozo oscuro y frío en el que se encuentran. Los colores refulgentes y vívidos que los pintaban, no transmitían lo que sí decían sus miradas.
Y pedían mi ayuda. ¿A quién más? Me giré por las dudas, por si había otro que ocupara mi lugar, ese lugar de héroe que siempre había pretendido pero, también, del cual siempre me había excusado. Pero en ese momento, no había nadie más que yo. Y sé bien que me miraban a mí.
Inspiré, no sin miedo, no sin temor, algo tembloroso y sudoroso. Exhalé resignado y di un paso al frente para así, finalmente, ocupar mi lugar de héroe. Extendí mi mano y luego mi dedo índice hasta tocar la piel del antebrazo.
Por eso te cuento esta historia, para que sepas lo que yo no supe a tiempo. Pero aún así, te pregunto: ¿extenderías tu mano para ayudarnos a escapar de este cuerpo?

Karina Zangaro - Taller del Mate


No hay comentarios:

Publicar un comentario