Vi
Vi en pantalla
gigante el lado oscuro de la vida.
Vi el costado
desagradable del ser humano.
Vi violencia de
una forma atroz.
Vi la más
ignorada indigencia.
Vi muchas vidas
esfumarse en accidentes evitables.
Vi lenguas de
fuego asomarse por una ventana.
Vi una niña
moribunda en brazos de su padre.
Vi heridas de
arma de fuego.
Vi la
desesperanza arrojarse debajo de un tren.
Vi familiares y
amigos despidiendo a un ser querido.
Vi lo que queda
después de una entradera.
Vi el abandono.
Hasta que no
quise ver más.
Y me alejé.
Cerré mis ojos
y los abrí a mi mundo.
Vi una planta
crecer entre las piedras.
Vi un café
humeante sobre la mesita de luz.
Vi cuadernos
con hojas en blanco, listos para usar.
Vi a mi ojo
negro en un guiño cómplice.
Vi una reunión
de hermanos hasta altas horas de la madrugada.
Vi cielos
rojos, naranjas y violetas de los atardeceres.
Vi la masa del
pan levándose al calor de la cocina.
Vi una pila de
libros esperándome para sumergirme en ellos.
Vi mis mejillas
coloradas después de la caminata en la plaza.
Vi el arco iris
después de la tormenta.
Vi mi casa a la
luz del sol de la mañana.
Vi el abrazo
contenedor y amoroso de mi familia,
donde siempre
quiero estar,
desde donde
quiero seguir viendo.
~
*Texto producido a partir de la consigna sobre un poema de Laura Yasán, "La carcasa del mundo"
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